Juan se va haciendo mayor y va necesitando su propio espacio. Y no solo él, sino sus padres. Llega otra vez el momento de plantearse sacarle de nuestra habitación (hace dos días lo hacíamos con su hermano) y buscar una nueva ubicación para su cuna pero, ¿dónde?.
La experiencia de conocidos y familiares es variopinta y cada cual te cuenta la suya con los pros y los contras. Después de escuchar varias opiniones, seguimos sin saber si lo mejor es poner juntos a los hermanos o dejarles a cada uno su sitio. Ésta segunda opción solo es posible cuando se tiene espacio suficiente en casa, lo que hoy en día resulta complicado si se tiene más de un hijo y tres habitaciones: una de matrimonio, otra para el primer hijo y una tercera multiusos (despacho, plancha, trastero...). Entonces, ¿quitamos todos los trastos de ese cuarto y metemos ahí al "peque", quedándonos sin sitio para desconectar del griterío? o ¿metemos la cuna en la habitación del mayor, reduciendo su espacio de juego?. Pero no solo hay que plantearse esos problemillas sin importancia al fin y al cabo, sino algo fundamental como el descanso de toda la familia: ¿dormirán bien juntos o el uno despertará al otro y por consiguiente a los papis también?
He de reconocer que mi miedo es principalmente ese, el del sueño. Y es que no es lo mismo tener un hijo que duerma como un angelito y un segundo que haya seguido los pasos de su hermano, casos en los que este tipo de decisiones deben de ser mucho más sencillas, que tener un bichillo que con dos años y medio aún es raro la noche que duerme "del tirón", sin presentarse en tu cama o en medio del pasillo llamando a mamá. Así es que, a pesar de que el menor es bastante más dormilón y podría tener ya su sitio en caso de ser hijo único, estamos alargando el momento más de la cuenta.
Quizá el hecho de sentir cerca a su hermanito le hace descansar mejor y no necesitar tanto a mamá de noche o quizá la respiración del pequeño (que con su reflujo hace más ruido del que debiera) le molesta y agita más aún y las noches se tornan más complicadas de lo actual. ¿Quién sabe? y ¿quién se atreve a hacer la prueba y arriesgarse a pasar varios días sin dormir?
Me encantaría que me contaseis vuestras experiencias y consejos con este tema....
He de reconocer que mi miedo es principalmente ese, el del sueño. Y es que no es lo mismo tener un hijo que duerma como un angelito y un segundo que haya seguido los pasos de su hermano, casos en los que este tipo de decisiones deben de ser mucho más sencillas, que tener un bichillo que con dos años y medio aún es raro la noche que duerme "del tirón", sin presentarse en tu cama o en medio del pasillo llamando a mamá. Así es que, a pesar de que el menor es bastante más dormilón y podría tener ya su sitio en caso de ser hijo único, estamos alargando el momento más de la cuenta.
Quizá el hecho de sentir cerca a su hermanito le hace descansar mejor y no necesitar tanto a mamá de noche o quizá la respiración del pequeño (que con su reflujo hace más ruido del que debiera) le molesta y agita más aún y las noches se tornan más complicadas de lo actual. ¿Quién sabe? y ¿quién se atreve a hacer la prueba y arriesgarse a pasar varios días sin dormir?
Me encantaría que me contaseis vuestras experiencias y consejos con este tema....